Y ayer escuché a gente ponerle nombre. No hablaban de ti, ni de mí; ni siquiera nos conocen, ni saben que existimos. Pero le pusieron nombre, y entonces por fin entendí qué narices me está pasando esta vez.
Hablaban de debilidades, y desde luego, tú eres la mía. Personas por las que no puedes evitar sentir, personas que hasta sabes que no te convienen, que te hacen daño (consciente o inconscientemente). Y lo sabes, y lo asumes; y hasta decides alejarte en cierto momento para no seguir sufriendo; para que la herida deje de sangrar y empiece a cicatrizar.
Pero al final vuelves, porque tú vas y vuelves. Porque volviste una vez, y me convenciste (o yo misma te ayudé a convencerme) de que las cosas iban a ser mejor esta vez, iban a ir bien... Porque es cierto que durante un tiempo así fue. Que te aseguro que nadie fue más feliz en el mundo cuando pusiste fin a tu noche a las 8:00 de la mañana un día y me dijiste "Me meto en la cama ahora. Peque, me jode decirlo pero cada noche... Cada vez que me voy a la cama sueño que vienes tú, me despiertas con un beso, me abrazas y duermes a mi ladito... No sabes lo importante que eres". Y tenías razón, porque nunca lo supe, porque nunca llegaste a demostrarlo, y porque después de ese mensaje y unas cuantas horas después, cuando te despertaste, vino tu hacer como si eso no lo hubieses escrito nunca, pero claro, yo no pude hacer como que no lo había leído tampoco.
Pero al final vuelves, porque tú vas y vuelves. Porque volviste una vez, y me convenciste (o yo misma te ayudé a convencerme) de que las cosas iban a ser mejor esta vez, iban a ir bien... Porque es cierto que durante un tiempo así fue. Que te aseguro que nadie fue más feliz en el mundo cuando pusiste fin a tu noche a las 8:00 de la mañana un día y me dijiste "Me meto en la cama ahora. Peque, me jode decirlo pero cada noche... Cada vez que me voy a la cama sueño que vienes tú, me despiertas con un beso, me abrazas y duermes a mi ladito... No sabes lo importante que eres". Y tenías razón, porque nunca lo supe, porque nunca llegaste a demostrarlo, y porque después de ese mensaje y unas cuantas horas después, cuando te despertaste, vino tu hacer como si eso no lo hubieses escrito nunca, pero claro, yo no pude hacer como que no lo había leído tampoco.
Y cuando las cosas volvían a ir bien y cuando más cerquita de mí te sentía, otra vez pusiste tierra de por medio, volviendo a tirar por tierra lo avanzado, y eso que nos había costado construirlo mucho más que la primera vez.
Como no podía ser de otra manera, recoger mis pedazos también fue mucho más duro esta vez, como si los trozos fuesen diminutos, como si estuviesen rotos más profundamente... Cuando se vio afectado mi día a día y hasta mi salud, cuando decidí que esto era insano, que nadie había llegado tan lejos y que nadie merecía que yo sufriese tanto has vuelto a aparecer tú, con la mejor de tus sonrisas y el más profundo de tus abrazos...
Como no podía ser de otra manera, recoger mis pedazos también fue mucho más duro esta vez, como si los trozos fuesen diminutos, como si estuviesen rotos más profundamente... Cuando se vio afectado mi día a día y hasta mi salud, cuando decidí que esto era insano, que nadie había llegado tan lejos y que nadie merecía que yo sufriese tanto has vuelto a aparecer tú, con la mejor de tus sonrisas y el más profundo de tus abrazos...
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