miércoles, 9 de abril de 2014

Love... ¿Is in the air?

Va pasando el tiempo y las prioridades van cambiando. Más que probablemente son las propias experiencias las que nos llevan a ser más exigentes o cuanto menos, a no buscar lo mismo que buscábamos con aquellos primeros chicos/as que nos gustaron. 
Ya no necesitamos que nos digan "te quiero" antes de irnos a dormir y casi obligatoriamente uno al día.  
Ya no queremos ir de la mano de esa persona a todas partes.
No buscamos un amor de esos que te matan desde el primer momento, uno de esos en los que todo; absolutamente todo, es perfecto. Sin broncas ni malos momentos.
Hemos dejado de soñar con un chico que viene detrás de nosotras en todo momento, que nos abre la puerta del coche, que nos invita siempre a cenar, o nos llena de flores cada san valentín.
No creemos en princesas de cuentos.
Porque te das cuenta que hay cosas que no existen (ni falta que hace), que son otros muchos detalles los más importantes de todos. Porque tras unos cuantos chascos relativizas.
En cierto modo, y aunque no sea lo correcto, me vais a permitir que diga: ¡Benditos chascos! Porque sino más de uno seguiríamos esperando personas que sólo son reales en los cuentos. Y me he dado cuenta que yo quiero a alguien de verdad, con sus defectos y con sus manías. Alguien que sea capaz de decirme lo que no le gusta de mí, pero que se enamore cada día de mis cosas buenas. Alguien, que a pesar de todo lo malo (que lo habrá, y para exportar) elija quedarse conmigo.

Pero... ¡Qué narices! nos encanta escuchar un "te quiero" sincero, sentir que esas palabras son ciertas y que se basan en hechos; y no hay nadie más feliz en el mundo cuando, de repente, su mano se junta con las nuestra.