Porque sí. Porque nos gusta. Porque queremos. Porque nos duele. Porque sufrimos. Porque sentimos. Porque es parte de nosotros y de nuestras vidas y de nuestras familias. Porque somos así de raros, de extraños o de idiotas.
Porque es verdad que este equipo, el Atleti, el Atlético Madrid, es un pasión incomprensible, una afición impresionante, unos colores rompedores, una unión indestructible, un amor una canción, una leyenda y una historia, un niño que llora de rabia por haber perdido otra vez en el último segundo, un padre desencajado, una madre que no entiende nada, unos vecinos que se rien, una gente que te admira. Porque somos diferentes muy a nuestro pesar. Porque nos pone ir contracorriente, superar la adversidad, encarar las malas rachas, sufrir los días de frío en el Calderón, las tardes de los puros y las pipas, los bocadillos con cocacola, soportar a GilyGil bramando no sabemos qué, no sabemos contra quién.
Porque es verdad que somos unos masocas, quizás unos idiotas, probablemente unos tontos importantes.
Porque luego es muy bonito ganar tres partidos seguidos o conseguir un trofeo.
Porque en fin, eso es lo que somos.
¿Por qué somos del Atleti?
Porque sí. Atléticos, porque sí.
Atlético ¡Porque sí!
Noviembre 2003. (Mío desde Enero 2004.)